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CAMINO DE SANTIAGO DE JOAN FABREGAT CON SU HIJO
1ª ETAPA DE PONFERRADA A PEREJE 30 KILOMETROS
Una vez en el andén de Ponferrada, anduvimos despistados buscando el trazado del Camino y tuvimos la suerte de encontrar el Cuartel de la Guardia Civil, los cuales nos sellaron la credencial, que ya traíamos de Barcelona y nos indicaron que hiciéramos los primeros kilómetros por la Nacional, debido a que estaba el Camino cortado por múltiples obras, pero para no desviarnos del verdadero trazado, preferimos aventurarnos y una vez pasadas las obras, pudimos encarrilar bien la ruta.
Saliendo de Ponferrada, me hice la primera foto, en la que se puede leer el rótulo de la Ermita de San Roque y San Blas.
A partir de aquí el Camino nos pareció muy tranquilo y sin ninguna dificultad. Las piernas aún estaban vírgenes de esfuerzos y además fuimos haciendo algunas paradas para saborear el fruto de las buenas vides que íbamos encontrando
y aprovechando para hacernos algunas fotos.
Llegando a Villafranca del Bierzo, en la Plaza Mayor, nos tomamos unas suculentas jarras de cerveza (cuando hablo en plural, me refiero, naturalmente a mi hijo y a mí), que nos dieron ánimos para seguir por un buen tramo que circula por la carretera Nacional II, no sin antes hacernos una foto junto al monumento que hay en el puente antes de cruzar el río y tampoco quiero pasar por alto los impresionantes monumentos que se pueden contemplar en esta pOblación, como la iglesia de San Francisco, la colegiata de Santa María o San Nicolás el Real
El tramo hasta llegar a Pereje, una vez se deja la carretera, no tiene ninguna dificultad, pues aunque llano es distraído. El pueblo se compone de un pequeño núcleo de casas, con el Albergue muy coquetón y muy acogedor.
Una vez duchados y aseados, nos pudimos reponer de la caminata, gracias al suculento potaje que servían en el único bar allí existente.
Después de cenar, tuvimos la suerte de encontrarnos con personas de todas las nacionalidades, que por haber, había una peregrina que venía de Australia.
También coincidimos con un grupo de gallegos que repetían Camino por tercera vez, los cuales nos invitaron a todos a una espectacular queimada (adjunto foto como recuerdo)
16/09/2003 – PEREJE – O´’CEBREIRO - 24 KMS.
Apenas amanecido el día, casi la mayoría de los que pernoctábamos en el albergue, ya estábamos dispuestos a iniciar la etapa reina (a mi parecer).
Pues la verdad, fueron tantos los relatos que había escuchado del mítico Cebreiro, que iniciemos el recorrido un poco temerosos de tener que hacer noche en el albergue de las Herrerías.
Pero bueno, mientras íbamos andando sin demasiadas dificultades, con niveles fácilmente superables, parecía que uno iba cogiendo ánimos para ir “comiendo” kilómetros.
Primero fue Trabadelo, luego Portela. Debido a la frescura de la naturaleza, íbamos andando a buen ritmo, disfrutando la maravilla de este valle de la Vega de Valcarcel. Hay que anotar, que aunque aún estábamos en tierras de León, tienes la impresión de que todo lo allí existente es completamente gallego, el habla de las personas que vas encontrando en las aldeas y la forma de vestir, dan esta impresión.
Amigos, llegados a las Herrerías, todo iba transcurriendo a las mil maravillas, parecía que la leyenda nos estaba engañando, pero pronto se acabó el espejismo de la facilidad, aún no habíamos andado un rato (el reloj no tiene función en estas aventuras), tuvimos que dejar el asfalto, donde se bifurca el camino, a la izquierda para los caminantes, a la derecha para los ciclistas.Suerte que ya íbamos mentalizados pues en mi vida anduve unos kilómetros que se me hicieran tan largos como los que llevan a La Faba y Laguna de Castilla.
Los que estábamos más en forma, íbamos pasando, pero lentamente a los caminantes con menos facultades en las piernas.
Allí se oían comentarios de toda índole, unos, la dificultad de la ascensión, unas veces sorteando una manada de vacas que telas encontrabas descendiendo, otras, esquivando lo que las mimas iban dejando en el camino, amén de la pizarra y cantidad de piedras que hay por doquier, que aún dificultan más la ascensión.
Una vez superada Laguna de Castilla, último pueblo de León y faltando más o menos unos 3 kilómetros por dar por superada esta súper etapa, parece que con la mano tocas el cielo ¡¡¡Qué maravilla se puede observar desde la cima!!! ¡¡¡Qué tranquilidad!!! Todo el esfuerzo para llegar a la cima, se convierte en satisfacción.
Te sientes orgulloso. Yo con mis 69 años, en aquellos momentos, parecía un chaval. En fin, todo el esfuerzo llevado a cabo, tuvo su compensación por disfrutar de una sensación de poder, como la que sentí en aquellos momentos. (Hay que hacer constar que tuvimos la suerte de pillar un día muy soleado y claro).
O’Cebreiro, todo él, es un conjunto de edificaciones todas ellas de piedra, dignas de fotografiar, con unos mesones en los cuales se puede comer un apetitoso y reconfortante menú de la tierra por el modesto precio de 7 euros, todo incluido, agua, pan, vino y postre
El albergue, sobresaliente,
con todos los servicios, incluidas las estudiantdes de podología, dispuestas a curar a todos los maltrechos pies.
Una buena ducha, una buena comida y una excelente siesta, nos pusieron como nuevos para iniciar la próxima etapa.
17/09/2003 – O’CEBREIRO – SARRIA – 39 Km.
El tramo inicial, es de una buena andadura, ya que transcurre bastante rato por el arcén de la carretera.
Desde el albergue hasta el Hospital de la Condesa, son tramos distraídos y fáciles. Hasta aquí, es de una suave pendiente, hasta que a unos 200 metros del alto del Poio, hay que hacer alarde de unas buenas piernas, porque el tramo es de una endemoniada cuesta que hay que tomársela con calma.
Suerte que al llegar a la cima, justo donde termina este tramo tan empinado, puedes reponer fuerzas, gracias a la posada que allí se encuentra (como anécdota, me acuerdo que iba haciendo broma con mi hijo y le decía que, si alguna vez me perdía, que no me buscaran por aquellas lindes. Sin embargo, cuando se llega a Santiago, palabra que uno ya no se acuerda y de verdad, te has quedado con ganas de haber iniciado esta aventura desde el principio).
A partir de aquí, hasta llegar a Triacastela, me encontré con la duda que, ya no sé lo que es peor, si el ascenso o el descenso, pues para mí, esto último es aterrador.
Debido al largo e inclinado descenso, fui castigando la uña del dedo gordo del pié izquierdo hasta el punto de que al llegar al final de la etapa, la tenía despegada de la carne, cosa que más tarde, me costó perderla(este fue el único percance que “disfrute” en todo el Camino).
Una vez llegados al albergue de Triacastela y después de reparar fuerzas y refrescarnos los pies en la fuente que hay frente al albergue, estuvimos deliberando mi hijo y yo, si seríamos capaces de llegar a Sarria, pues nos faltaban andar unos 18 kilometros, decidimos con un alarde de buen humor, seguir camino.
ENTRANDO A TRIACASTELA
DETRÁS DE MÍ, EL ALBERGUE DE TRIACASTELA
Allí nos despedimos de algunos compañeros, los cuales nos fuimos agrupando durante el recorrido. Decidimos coger el tramo que va por San Xil, pues creíamos que sería más fácil y con menos dificultades.
Efectivamente, fuimos transcurriendo los kilómetros disfrutando de los bellos parajes, bueno hay que citar la subida a San Xil, que también se las trae, hasta llegar al albergue de Calvor, del cual incluyo una foto de mi hijo, donde se puede observar ya el cansancio de los efectos de esta larga etapa, pero con la alegría de que estábamos a unos 5 kilómetros de la meta.
Por fin, las largas algunas, llanas otras y estrechas y empinadas calles de Sarriá, nos lleva nos llevaron hasta el bonito albergue, que gracias a sus buenos servicios, pudimos recuperarnos de la larga andadura.
18/09/2003 – SARRIA – PORTOMARIN – 22 KMS.
Como ya era de costumbre y antes de la salida del sol, se inicia la nueva etapa.
Después de un agradable descenso y aún, gracias a la luz de las linternas y una vez cruzada la vía del tren, fuimos recorriendo el camino entre una rica vegetación de pinos, robles, hayas, etc. Que hacen de este tramo un agradable paseo.
Al cruzar Bea y ver el mojón de los 100 kilómetros, se tiene la impresión de que ya estamos llegando a Santiago, esto nos hace apretar el paso.
Hay que hacer constar, que aunque es una etapa tranquila, no de ja de tener sus altos y bajos, pues de los 440 metros de altitud de Sarria, nos plantamos en Barbadelo y en una distancia de 5,2 kms. a los 625 mts. Y de los 660 de Rozas a los 350 de Portomarin (por curiosidad llevábamos un altímetro), lo comento como simple curiosidad de los continuos desniveles que hay que ir superando.
MI HIJO LAVANDO LA ROPA EN LOS LAVADEROS DE PORTOMARIN
Desde Barbadelo a Brea, tuvimos que prestar mucha atención a las señales de las flechas amarillas, pues en un par de veces, nos quedamos despistados. Mucha atención en este tramo, pues no fuimos nosotros solos los que nos encontramos con este problema.
Como esta etapa fue de las cortas, al llegar al albergue, aún no lo habían abierto, por lo que tuvimos que guardar cola durante media hora, teníamos delante nuestro a unos 20 peregrinos y como que durante el Camino, no observamos que nos adelantara nadie, significa que éstos madrugaron más que nosotros. Pero bueno, aprovechamos estos lapsos para tomarnos unas cervezas en los bares que hay por los alrededores del albergue.
A los 40 minutos de nuestra llegada, estábamos disfrutando de una reconfortante ducha.
El resto del día, se pasó dando un paseo por el pueblo.
19/09/2003 – PORTOMARIN – MELIDE – 39,5 KMS.
Como ya era habitual, antes del amanecer ya emprendimos esta larga etapa, que se nos presentaba un poco difícil porque el cielo estaba con unos nubarrones, que de verdad, temíamos que nos cayera encima un chaparrón.
Pero bueno, ánimo y a dar muestras de una buena voluntad de ser capaces de cubrir esta distancia y dicho sea, lo conseguimos y por suerte solo nos cayeron unas pocas gotas, que no fueron suficientes para que nos pusiéramos los ponchos, que los teníamos preparados en la parte superior de la mochila.
A la salida de Portomarín, una vez cruzado el pantano, del cual adjunto foto, por una pasarela, hay que superar una suave pero larga pendiente en un largo tramo, además el recorrido se compone de una especie de toboganes, algunos de los cuales se hacen interminables y algunos mas cortos, pero agotadores. Creo que no olvidaré la subida que hay antes de llegar a Hospital de la Cruz.
Como anécdota, observamos que nos seguían dos personas durante un largo tramo del camino y aunque aflojáramos el paso, no nos adelantaban (aún no había amanecido).
Cuando se fue aclarando el día y por curiosidad nos paramos a esperar para ver quienes eran, vimos que eran dos muchachas jóvenes, las cuales nos pidieron permiso para continuar camino con nosotros, pues les daba un poco de reparo ir solas a estas primeras horas del amanecer (dijeron que al ver un padre y un hijo, les dio confianza)
Adjunto foto que nos hicimos como recuerdo al llegar a Palas de Rei, lugar donde ellas se quedaron.
El tramo hasta llegar a Palas de Rei, es un recorrido fácil y ondulado, subiendo al alto del Rosario, desde donde por fin se desciende hasta la población, en la cual, después de despedirnos de nuestras inesperadas compañeras (por cierto venían de Valladolid) tomamos un refresco y después de descansar los pies, seguimos camino rumbo a Melide.
Es un tramo el que falta, que, debido a que los pueblos se hallan a poca el uno del otro, se hace casi sin darse cuenta de los kms. que llevamos andando, hasta que una vez cruzado el río Furelos, se asciende hasta llegar a Melide.
Uno se encuentra con una población grande y moderna con toda clase de servicios, buenos restaurantes y mesones donde saborear los cocidos de la tierra y cantidad de monumentos históricos y de gran belleza.
Es obligatorio nombrar CASA EZEQUIEL, restaurante famoso por su especialidad en pulpos, pues raro es el peregrino que no para allí.
Y
como punto final, al final de una empinada calle a la derecha, se encuentra uno de los albergues más grandes y con mejores servicios que se encuentran en el camino, que por haber, aparte de las correspondientes lavadoras y secadoras, había cuadras para las caballerizas.
20/09/2003 – MELIDE – PEDROUZO (ARCA)
32,5 KMS.
Una vez se ha dejado el albergue y antes de abandonar esta bella población y por el mismo camino que hay que seguir, se puede disfrutar de la bella imagen de la Iglesia de Santa Maria de Melide, de construcción románica, estaba iluminada y la vista de lamisca era de gran belleza.
Este es un tramo de constantes subidas y bajadas, pero que debido a que se van encontrando muchas aldeas, caseríos y un paisaje maravilloso y además, ya sintiendo la proximidad de Santiago, hacen el Camino ameno. Se alterna bastante por carretera, muchos caminantes, para llegar antes al albergue (por temor a no encontrar litera) hacen unos cuantos kilómetros por ella, nosotros preferimos seguir por los caminos y sendas señaladas pues aparte de ser mas distrito, el paisaje es digno de disfrutarlo, aparte de ser muy fácil, todo es plano y después de un pequeño trazado por la Nacional, se llega al albergue.
En estos últimos Km. tuvimos una triste experiencia, pues los caminos por los que vamos pasando, todos ellos de mucha vegetación pero que hay tramos que se cruzan la carretera, pudimos observar que muchas personas, tanto hombres como mujeres, descendían de los coches, se cargaban una ligera mochila y ¡¡ ala ¡!, poco esfuerzo y llegaban al albergue. Saqué la impresión de que iban haciendo esto desde los últimos 100 KMS, creo que para justificar la compostelana. A mi parecer, esto les sirve, digamos para no ofender, para vanagloriarse del documento ante sus amistades.
El albergue está dirigido por una señora muy amable, que a medida que íbamos llegando los peregrinos, nos iba preguntando como habíamos hecho la etapa, al mismo tiempo que nos daba la bienvenida. Esta amabilidad, nos causó una agradable sensación, parecía que nos recibía un familiar después de un largo camino. El albergue con puntuación de sobresaliente, limpio, con todos los servicios, una gran sala comedor y de estar y un ambiente familiar. Gracias a un supermercado que está junto al mismo, en el cual se puede uno repostar y al gran restaurante que hay unos metros más abajo en la carretera, se pueden recuperar energias.
Como dato curioso, adjunto una foto de los pies de una peregrina, que aunque llenos de ampollas, tenía la intención de llegar al dia siguiente a Santiago.(creo que es una foto para archivarla). Una buena comida y un buen descanso, nos dejaron listos para la última etapa. !!! Ah, dato curioso, en la puerta del albergue, hay el decálogo del Peregrino ¡¡¡¡, Muy acertado.
21/09/2003 - PEDROUZO(ARCA) - SANTIAGO 21 KMS.
Amigos, los que habéis tenido la paciencia de leer este relato, esto se acaba. Ya con olor a Santiago, transcurre este tramo por 3 ò 4 aldeas, las cuales vamos dejando, tras ir entrecruzando caminos y carretera Nacional. Antes de llegar a Monto do Gozo, hay un tramo que se me hizo pesado (ya con las ganas de llegar a Santiago y apretando el paso, para que nos diera tiempo a estar en la celebración de la misa, que nos dedican a los peregrinos), pero bueno, desde lo alto de la colina y donde el monumento dedicado a Juan Pablo II, buscando un lugar estratégico, puedes divisar las torres de la Catedral, más bien se instuyen.
Una vez se desciende y pasar el puente sobre la Carretera, ya estamos a la entrada de la ciudad. Cosa curiosa, a medida que íbamos llegando al final, cada vez nos fuimos juntando más peregrinos, yo no sé de donde salían, pero la carretera era un chorro de los mismos.
Ahora viene lo que más me emocionó, al llegar a la plaza del Obradoiro, coincidimos en la entrada por la estrecha calle, unos 50 peregrinos y allí había unos 4 ó 5 autocares de extranjeros, que al vernos llegar, nos estuvieron aplaudiendo durante unos minutos. Fue verdaderamente impactante. Allí tuvimos la alegría de coincidir con el grupo de caminantes que pernoctamos en Pereje ( los de la queimada) y nos hicimos una foto, la cual adjunto.
Mientras guardábamos turno para que nos entregaran el documento acreditativo del peregrinaje, también coincidí con la peregrina australiana que os mencioné en la primera etapa ( la veréis en la foto que adjunto está detrás de mí) Bueno, espero que el relato de mi experiencia, lo mismo que me pasó a mí, pueda servir para que alguna persona se anime a iniciar esta maravillosa aventura, !! ah ¡¡ y la edad no es motivo de abstenerse, tomarme a mi como ejemplo.
Joan Fabregat (Barcelona) COMO DATOS PARA EL RECUERDO Y SIMPLE CURIOSIDAD, AQUI VAN ALGUNOS.
Pastillas antiinflam.....ninguna
Pastillas analgesicas - ninguna
Linimiento LIZPIEL - 2 estuches
Ampollas en los pies - ninguna
Pérdidas anatómicas - Una uña pie izq.
Ganancias físicas - 2 kilos(?sería el potaje¿
Física - 5 milímetros de barba
Además mi agradecimiento a mi amigo Ángel, por asesorarme de la clase de calzado, calcetines y equipaje a llevar. Y a mi amiga ciber, Mayte (Alhada) por aconsejarme el uso del linimiento LIZPIEL, ya que gracias al mismo, no tuve que sufrir la pesadilla de las ampollas en los pies.
-- V I V E N C I A S -
Quisiera dejar resumidas las vivencias acumuladas una vez terminado mi peregrinaje, por, aunque estas cortas etapas del Camino de Santiago, pues mi gusto hubiera sido haberlo iniciado en Roncesvalles, pero sí vividas con mucha intensidad.
La verdad es que cuando mi hijo se presentó un día en casa y me dijo: Papá, ¿me acompañas a hacer el Camino de Santiago ¿ ( con la misma sencillez como el que dice, ¿ me acompañas a comprar el periódico ?). Yo sin ni siquiera pensarlo, le dije: Bueno, cuando lo iniciamos? Cuando en Ponferrada empezamos a caminar, la intención era simplemente "comer" kilómetros, sin ninguna idea de lo que nos íbamos a encontrar.
Primero fue la experiencia de coger amistad con toda clase de personas, muchas de nuestra querida tierra y otras más, de toda clase de nacionalidades. No es preciso, en caso de hacer falta, llegar a alguna población para conseguir ayuda o cualquier tipo de necesidad, unos nos prestamos cualquier clase de medicación, otros, alguna prenda de ropa, otros se prestan a curar los pies a cualquiera que le haga falta, en los albergues se comparten comidas, unos porque compran los comestibles, otros se prestan a cocinar y siempre hay el que come sin guisarlo ni "pagarlo", todo es correcto, nadie pone reparos, un verdadero FORUM de humanidad.
La segunda experiencia (y más que experiencia, sorprendido), fue el poder ver, admirar y disfrutar de la grandiosidad del arte que tenemos acumulado en estas tierras. El Románico, el Plateresco y el Barroco, son los que yo conozco, todo él de un valor incalculable. Lástima que en muchas ocasiones, la prisa nos priva de poder valorar esta gran riqueza que tenemos en nuestra querida España.
ALBERGUE DEL SEMINARIO MENOR
Como tercera satisfacción, como os diría yo, paisajes los cuales invitan a la meditación, mientras vas andando, tu mente se sumerge en un mar reflexiones. La naturaleza, toda ella, cada etapa tiene sus encantos, algunas por sus gentes, todas ellas muy amables, otras por su transcurrir solitario por cúspides elevadas y despobladas, otras por su gran riqueza de vegetación, las más, por unos bosques con toda clase de arbolado, castaños inmensos que te ofrecen su sombra para descansar, en fin, es natural que vengan tantos extranjeros, pues el relato de esta maravilla creo que les anima a futuros peregrinos.
PADRE E HIJO
Y como último, las distintas clases de "caminantes", los que sienten la necesidad espiritual, bien por algún voto, estos sí que quedan satisfechos, los he visto salir con la Compostela firmada en las manos y bajar las escaleras llorando como críos. Los que lo hacen por deporte, estos sí que llegarán a sus respectivos puntos de partida con la satisfacción de haber compartido, esfuerzo, conocimientos de nuestra querida tierra, hacer amigos y gustar de la gastronomía única española. !! Ah ¡me dejaba a los que vamos para acompañar a nuestro hijo, como mi caso! Caramba ¡En buena hora se le ocurrió decírmelo. Lo que me hubiera perdido. León, Galicia! Qué maravilla, qué ilusión ¡
Me siento joven, que demonios SOY JOVEN.
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